Seguimos pensando. Esa es una constante de la campaña #PENSAR. Pero dejamos atrás el fundido en negro aplicado a todo nuestro espacio digital hace quince días. Ahora toca la fase dos. Aquella en la que además del tiempo también pensamos en el espacio. Reivindicamos que pensar debe ser una constante temporal, ahora bien ¿dónde pensamos? Afortunadamente no hay reglas fijas. Hay quien gustará de espacios sagrados y los que se decantarán por pequeños espacios anónimos apenas percibidos en el entorno. Cada uno de ellos, escenarios posibles. Todos ellos, espacios necesarios. Que nadie pueda decir que no piensa porque no tiene tiempo. Que nadie diga que no tiene espacio para pensar. #PENSAR es una cualidad imprescindible para ejercer de ser humano. Quien transita sin pensar apenas es un animal. Y todos tenemos nuestro santuario. O mejor, nuestros santuarios. Lugares donde el tiempo y el espacio se dan la mano y la alquimia tiene lugar. Del Silencio, se piensa pasamos al Aquí se piensa. Y el proceso sigue. Porque pensar y rascar, todo es empezar.
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