Comunicación en salud
La información sobre aspectos relacionados con la salud es uno de los temas que más interés suscita entre la sociedad. Día tras día, la gran mayoría de la población recurre a variadas fuentes de información para conocer distintos aspectos sobre el cuidado de su salud o sobre otras cuestiones sanitarias. Según el estudio del Observatorio Nacional de las Telecomunicaciones y de la SI “Los ciudadanos ante la e-sanidad”, la principal fuente de información sobre temas de salud son los profesionales sanitarios, si bien, más del 60% de la población general acude a Internet, un 53,8% a los medios de comunicación y un 22,3% utilizan las redes sociales para sus búsquedas.
Como en todas las temáticas, el medio digital es un repositorio de una inmensa cantidad de contenidos sobre salud, muchas veces rigurosos y útiles, pero otras tantas erróneos o confusos para una población poco informada. Además, es de especial delicadeza la comunicación en esta materia, ya que está en juego la salud de las personas.
A la hora de informar en salud, los distintos medios de comunicación deben tener presente que es fundamental hacerlo de forma rigurosa, basando la información en la mejor evidencia científica disponible, verificándola y contrastándola con fuentes especializadas, tales como sociedades científicas, instituciones públicas o profesionales de la salud expertos en la materia. Por ello, contar con periodistas especializados, con experiencia y formación específica, así como con la colaboración de profesionales de la salud, forman parte de los pilares básicos para construir un mensaje de calidad que transmitir a la sociedad.
La población general, por su parte, también tiene deberes: es esencial empoderarse como lector, para analizar la información con ojo crítico y saber reconocer los contenidos de calidad. Las pautas básicas para la búsqueda de información rigurosa sobre salud en el medio digital podrían resumirse en:
- Autores de confianza: recurre a la información publicada por organizaciones e instituciones de prestigio como el Ministerio de Sanidad, la Organización Mundial de la Salud o Sociedades Científicas.
- Información contrastada y referenciada: verifica que la información haya sido contrastada con profesionales expertos en el tema y que esté referenciada. No te quedes con una sola lectura, busca otras fuentes para contrastar tú mismo la información con la publicada por otros expertos y valorar mejor lo que estás buscando.
- Contenidos actualizados: confirma que la información esté actualizada con las últimas evidencias científicas disponibles.