ESG ¿qué?¿qué?

Básicos T&C | febrero 2023

En 2004 se registra la primera alusión a criterios ESG. Casi 20 años después su perímetro sigue sin ser convenientemente definido. En la actualidad existen corrientes que defienden que el concepto ESG sustituye a la RSC. Y, por supuesto, también hay quien defiende absolutamente lo contrario.
En nuestra opinión, además de compartir origen, ambos conceptos comparten el mismo objetivo y la misma hoja de ruta.

ESG y RSC comparten
objetivo y hoja de ruta

Descarga pdf

Existe una y solo una responsabilidad social de las empresas: utilizar sus recursos y participar en actividades destinadas a aumentar sus ganancias

Milton Friedman 

Los precursores

En 1889, el empresario estadounidense Andrew Carnegie afirma que los americanos con grandes fortunas tenían la responsabilidad de colaborar económicamente en beneficio del bien común.

A finales del siglo XIX, el magnate del petróleo John D. Rockefeller responde a la llamada y dona más de quinientos millones de dólares. En 1913 crea la Fundación Rockefeller.

Empresas pioneras

Es así como la labor de filántropos como Carnegie, Rockefeller o la familia Guggenheim sienta las bases de la RSC que hoy conocemos, si bien no es hasta los años 30 y 40 cuando la filantropía deja de estar exclusivamente en manos de personas con nombre y apellido y empieza a estar presente en las empresas -eso sí, familiares- como Johnson & Johnson o Hershey.

Doctrina RSC

A principios de los años 50, el economista Howard R. Bowen, considerado el padre de la RSC, pasa de la filantropía a la RSC en su libro “Social Responsibilities of the Businessman”. Bowen establece la relación entre la empresa y la sociedad y recomienda el impulso de políticas corporativas que, acordes a los valores de la sociedad, favorezcan la consecución de objetivos empresariales.

Beneficio en foco

Milton Friedman es el mayor detractor de la RSC. En 1970 el New York Times publica su artículo “The Social Responsibility Of Business Is to Increase Its Profits”. Friedman señala que la responsabilidad social es una elección individual y en ningún caso ha de recaer sobre la empresa.

Desarrollo sostenible

A pesar de sus detractores, la RSC sigue cobrando auge y en las décadas de los 80 y 90 se va “completando”. La teoría de los stakeholders que R. Edward Freeman publica en 1984 argumenta que una empresa debe aportar valor a clientes, proveedores, empleados… a todos de manera individual y no a una genérica sociedad. En la “Cumbre de la Tierra” celebrada en 1992 en Río de Janeiro se puso de manifiesto que los factores sociales, económicos y medioambientales son transversales. El concepto de desarrollo sostenible se introduce en el ámbito empresarial.

Integración ESG

En 2004, el secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, reúne a dieciocho entidades financieras de 9 países para abordar la integración del medio ambiente, los aspectos sociales y la gobernanza en la gestión de activos y el análisis empresarial, entre otros. El encuentro da lugar a “Who Cares Wins”, las primeras recomendaciones ESG.

Liderazgo inversor

En 2020, Larry Fink, CEO del gigante de gestión de inversiones BlackRock, no solo integra medidas ESG en sus decisiones financieras, también insta a los CEOs de las compañías con las que trabaja a hacer lo mismo. En enero de 2023, en Davos, Fink señaló el cambio global hacia la reducción de las emisiones de carbono, particularmente en Europa, como un impulsor clave de nuevos negocios. “Si no tienes un objetivo hacia la descarbonización, no vas a ganar ni un euro”.

La capacidad de una empresa para gestionar los factores medioambientales, sociales y de gobernanza demuestra el liderazgo y el buen gobierno, esenciales para el crecimiento sostenible

Larry Fink

Los precursores

En 1889, el empresario estadounidense Andrew Carnegie afirma que los americanos con grandes fortunas tenían la responsabilidad de colaborar económicamente en beneficio del bien común.

A finales del siglo XIX, el magnate del petróleo John D. Rockefeller responde a la llamada y dona más de quinientos millones de dólares. En 1913 crea la Fundación Rockefeller.

Empresas pioneras

Es así como la labor de filántropos como Carnegie, Rockefeller o la familia Guggenheim sienta las bases de la RSC que hoy conocemos, si bien no es hasta los años 30 y 40 cuando la filantropía deja de estar exclusivamente en manos de personas con nombre y apellido y empieza a estar presente en las empresas -eso sí, familiares- como Johnson & Johnson o Hershey.

Doctrina RSC

A principios de los años 50, el economista Howard R. Bowen, considerado el padre de la RSC, pasa de la filantropía a la RSC en su libro “Social Responsibilities of the Businessman”. Bowen establece la relación entre la empresa y la sociedad y recomienda el impulso de políticas corporativas que, acordes a los valores de la sociedad, favorezcan la consecución de objetivos empresariales.

Beneficio en foco

Milton Friedman es el mayor detractor de la RSC. En 1970 el New York Times publica su artículo “The Social Responsibility Of Business Is to Increase Its Profits”. Friedman señala que la responsabilidad social es una elección individual y en ningún caso ha de recaer sobre la empresa.

Existe una y solo una responsabilidad social de las empresas: utilizar sus recursos y participar en actividades destinadas a aumentar sus ganancias

Milton Friedman 

Desarrollo sostenible

A pesar de sus detractores, la RSC sigue cobrando auge y en las décadas de los 80 y 90 se va “completando”. La teoría de los stakeholders que R. Edward Freeman publica en 1984 argumenta que una empresa debe aportar valor a clientes, proveedores, empleados… a todos de manera individual y no a una genérica sociedad. En la “Cumbre de la Tierra” celebrada en 1992 en Río de Janeiro se puso de manifiesto que los factores sociales, económicos y medioambientales son transversales. El concepto de desarrollo sostenible se introduce en el ámbito empresarial.

Integración ESG

En 2004, el secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, reúne a dieciocho entidades financieras de 9 países para abordar la integración del medio ambiente, los aspectos sociales y la gobernanza en la gestión de activos y el análisis empresarial, entre otros. El encuentro da lugar a “Who Cares Wins”, las primeras recomendaciones ESG.

Liderazgo inversor

En 2020, Larry Fink, CEO del gigante de gestión de inversiones BlackRock, no solo integra medidas ESG en sus decisiones financieras, también insta a los CEOs de las compañías con las que trabaja a hacer lo mismo. En enero de 2023, en Davos, Fink señaló el cambio global hacia la reducción de las emisiones de carbono, particularmente en Europa, como un impulsor clave de nuevos negocios. “Si no tienes un objetivo hacia la descarbonización, no vas a ganar ni un euro”.

La capacidad de una empresa para gestionar los factores medioambientales, sociales y de gobernanza demuestra el liderazgo y el buen gobierno, esenciales para el crecimiento sostenible

Larry Fink

En la sociedad actual, sin responsabilidad social no hay beneficio económico que valga

La ESG hace referencia a los criterios de gestión y, por lo tanto, de evaluación de la empresa del siglo XXI. Las decisiones de una organización tienen un impacto sobre el entorno y la sociedad. La intención de la organización es que ese impacto sea positivo. Los criterios ESG definen el alcance de ese impacto con un enfoque holítisco a través de tres ámbitos: ambiental, social y de gobernanza. Los resultados alcanzados en estos ámbitos son, al menos, tan importantes como los resultados financieros.
De hecho, el inversor ha evolucionado de un interés estrictamente económico a un beneficio económico directamente vinculado a la responsabilidad social. En la sociedad actual, sin responsabilidad social no hay beneficio económico que valga.
La ESG hace referencia a los criterios de gestión y, por lo tanto, de evaluación de la empresa del siglo XXI. Las decisiones de una organización tienen un impacto sobre el entorno y la sociedad. La intención de la organización es que ese impacto sea positivo. Los criterios ESG definen el alcance de ese impacto con un enfoque holítisco a través de tres ámbitos: ambiental, social y de gobernanza. Los resultados alcanzados en estos ámbitos son, al menos, tan importantes como los resultados financieros.
De hecho, el inversor ha evolucionado de un interés estrictamente económico a un beneficio económico directamente vinculado a la responsabilidad social. En la sociedad actual, sin responsabilidad social no hay beneficio económico que valga.

En la sociedad actual, sin responsabilidad social no hay beneficio económico que valga

Nieves Barousse

Socia Directora