La democracia no se da por hecho

Entrevista a Elena Ricciolini | Doctorada en la Universidad de Perugia y de Málaga

 

¿Cómo se está viviendo el conflicto desde Italia?

En los primeros días del conflicto el clima en Italia era de absoluta tensión y miedo. No sabíamos qué estaba pasando. No sabíamos si el conflicto llegaría antes de ser capaces de dar si quiera una respuesta. Con el tiempo la población se ha ido relajando, se ha aceptado la posición de Occidente y se ha seguido tratando el tema desde los medios italianos. No nos hemos olvidado. Ese es uno de los miedos de Zelenski, que con el tiempo normalicemos esto. Parece obvio, pero debemos recordarnos que esto normalidad no es. Cada vez nos acostumbramos más rápido al horror y acostumbrarse no puede significar olvidarse. Es lo que también está esperando Putin.

Todo está pasando muy rápido, pero considero que esto va a durar. Mientras en principio parecía cosa de una semana, una guerra relámpago, Ucrania resiste. Lo único que queda claro es que Putin no se va a ir sin nada. Tendremos que ver cómo reaccionamos ante ello.

 

Uno de los miedos de Zelenski es que con el tiempo normalicemos esto

 

¿Considera suficiente la respuesta de Occidente?  

Occidente, hasta el momento, considero que ha hecho lo necesario. El siguiente paso sería entrar en guerra y eso no sería bueno para nadie. Estamos con Ucrania. Enviar armas es una señal clara a Putin de que estamos con Ucrania. También es una manera de defendernos. En el caso de Italia, la expulsión de Rusia del SWIFT fue uno de los momentos más controvertidos, pero sirvió como punto de partida. Dudamos, pero lo hicimos a pesar de los riesgos. Mostramos unidad contra Putin. Elegimos sumarnos también a la sanción económica con nuestros vecinos y, el pueblo, a pesar de comenzar ya a notar las consecuencias económicas de la guerra, también lo apoya.

La población italiana lo está aceptando en su bolsillo como no haría en otra crisis. Además, el apoyo a los refugiados está siendo inigualable. Por primera vez, es palpable la solidaridad que deberíamos tener siempre ante este tipo de situaciones.

 

La UE ha mostrado un vínculo y una coordinación mayor de lo que se esperaba

 

¿Cómo puede afectar a la Unión Europea?

Veníamos de un momento en el que la UE estaba tambaleándose y no se entendía muy bien el camino que estábamos siguiendo. Este conflicto ha demostrado un vínculo y una coordinación por parte de la UE más grande de lo que se esperaba. El papel de los jóvenes será clave en este aspecto. Considero que mi generación sí se siente miembro de la UE. Tenemos una identidad como jóvenes ciudadanos de la UE y somos conscientes de que mucho depende de la política interna de cada uno de nuestros países. Los partidos de la derecha antieuropeístas hacen que nos juguemos esto. Y no debería estar en juego.

 

¿Cómo crees que va a afectar esta guerra a la democracia europea?

Quiero pensar que la estabilidad de la democracia no se va a ver amenazada. Este momento que estamos pasando parece que nos ha sacudido, que nos hemos enterado por fin de lo que significa vivir en un país democrático. Los más jóvenes en muchas ocasiones lo damos por hecho. Hemos nacido viviendo en una democracia y la hemos dado por hecho. Eso es un grave error. Cuando estas tragedias nos alcanzan, parece que es el único momento en el que nos golpea el pensar en la suerte que tenemos de haber nacido bajo este sistema que ya pelearon por nosotros. Y, ojalá no llegue, pero si llega el momento, espero, nosotros también luchemos.

Thomas Fischer es un reconocido jurista alemán especializado en Derecho Penal. Fue juez en la 2ª sala penal del Tribunal Federal de Justicia de 2000 a 2017, ocupando la presidencia de este Tribunal desde 2013. Es autor de un Comentario estándar sobre el Código Penal revisado anualmente y de muchos otros libros especializados. Ha sido columnista en medios como ZEIT o SPIEGEL. Desde 2021 ejerce de asesor jurídico criminalista para la firma legal Gauweiler & Sauter y continúa colaborando como articulista invitado con SPIEGEL.

Torres y Carrera