Quién tiene la culpa
La contaminación ambiental incrementa diariamente, causando un aumento constante de la emergencia climática y un declive de la biodiversidad, es un hecho. La salud de las personas de todo el mundo se está viendo afectada y la urbanización es uno de los peores enemigos del medioambiente. Cada día observamos las consecuencias del estilo de vida insostenible que llevamos en las grandes ciudades. ¿Por qué no le ponemos solución? ¿Está ganando la comodidad de los nuevos hábitos a la conciencia? Parece que sí.
Los países que más emisiones producen
En 2020, alcanzamos una cifra total de 32 mil millones de toneladas de CO2 emitidas a nivel global a la atmósfera. China, Estados Unidos e India son los tres países principales responsables de esta cuantía, seguidos de cerca por Rusia y Japón. En este sentido China es la responsable de la emisión de 9,9 mil millones de toneladas de emisiones de CO2, cuantía que supone más del doble de las emisiones del siguiente país más contaminante: Estados Unidos, con 4,4 mil millones de toneladas. A nivel europeo, Alemania es el país con más emisiones de CO2, es responsable de ¼ de las emisiones a la atmósfera que se producen en Europa, debido en gran medida a su dependencia del carbón.
Sabemos que las fuentes principales de contaminación atmosférica actuales son los combustibles fósiles, los incendios forestales, la quema de basuras, los gases liberados por las fábricas, la agricultura y ganadería intensivas y la contaminación hídrica. Sin embargo, no somos tan conscientes de que el estrés hídrico provoca un deterioro de los recursos de agua dulce en términos de cantidad, como es el caso de acuíferos sobreexplotados, y de calidad, como, por ejemplo, la eutrofización. Con lo que, la situación actual de contaminación del planeta y calentamiento global de las temperaturas (la temperatura del planeta ha subido alrededor de un 1°C desde la revolución industrial según un estudio de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), publicado en 2021) están provocando no solo ecológico, sino también de salud pública.
Mortalidad prematura
Actualmente, más de 7 millones de personas mueren prematuramente al año por este motivo en todo el mundo, siendo las ciudades el epicentro de la contaminación. Los hábitos de las grandes ciudades propician los factores medioambientales desfavorables que desencadenan en graves problemas de salud. La OMS afirma que el 99% de la población mundial respira un aire que no se corresponde con los parámetros recomendados por dicha Organización.
La atracción de la población a los núcleos más grandes de población es cada vez mayor. Entre 1950 y 2009, la población urbana en el mundo pasó de 732 a 3.400 millones de personas y la tasa de urbanización aumentó del 30% al 50%. Hoy en día, aproximadamente un 55% de la población mundial vive en ciudades y las Naciones Unidas predicen que, en el año 2025, esta cifra aumentará hasta los 5.000 millones.
Las comodidades de estos hábitos bloquean la concienciación solidaria y llevan a la inacción. Como resultado, muchas personas no llevan a cabo ningún acto sostenible en toda su vida, o directamente viven disfrutando de ciertas comodidades evitando el golpe de conciencia que produciría ver cómo se ha producido ese producto, quién ha producido esa camiseta o como ha vivido ese animal antes de llegar a la mesa. La conciencia social del individuo hacia el colectivo es lo que genera el cambio y este viene de la mano de sus representantes, los gobiernos. ¿Estarán estos dispuestos a priorizar la conciencia frente a los contaminantes hábitos que están dirigiendo al planeta a la destrucción?
María Yurrita
Adelaida Soriano
Irene Arias